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sábado, 12 de noviembre de 2011

El grotesco

El infierno musical (detalle) 
El Bosco, siglo XV
Este término nace en la historia del arte para designar a ciertas pinturas ornamentales halladas en Italia a fines del siglo XV y cuyo estilo rápidamente se difundió entre los pintores renacentistas. Por ejemplo, un grotesco de Rafael representaba zarcillos que se enroscaban y desenroscaban y cuyas hojas se iban transformando en animales, es decir, todo indicaba la contradicción de las leyes naturales (separación de los mundos vegetal y animal, peso, tamaño)

Más tarde, en otros artistas, el efecto de contraste se acentúa. En un mundo claro y rigurosamente ordenado, va emergiendo un mundo oscuro y siniestro (peces con piernas y expresiones de dolor humano, vegetales cuyas ramas terminan en dedos, etc).  Pero más allá de las distintas formas que lo grotesco cobra, lo característico es la imposibilidad de establecer los límites entre un orden y otro: lo animal y lo vegetal, el objeto y el hombre, lo real y lo fantástico.

Esta representación de la realidad provoca en el receptor un sentimiento de angustia, al no poder ubicarse frente a un mundo siniestro cuyas ordenaciones se hallan suspendidas.

Existe una diferencia fundamental entre lo grotesco y lo cómico. Lo cómico anula la grandeza y la dignidad de la realidad, pero sin ponerla en duda. Provoca en el espectador un sentimiento de superioridad ante lo presentado o de complicidad con quien está haciendo la broma. En cambio, el grotesco por la presencia simultánea de lo cómico y lo trágico, impide al receptor situarse en cualquiera de los terrenos seguros de la tragedia y la comedia, y llorar o reír sin trabas. Por el contrario, la risa será ahogada por la angustia o el dolor y sonreirá mientras llora.
La bella y la bestia (detalle)
Kris Kuksi (contemporáneo)

Por otro lado, el creador del grotesco destruye las categorías de orientación en el mundo: los órdenes de la naturaleza, la categoría de objeto, el concepto de personalidad, el orden histórico, la coherencia lingüística, las leyes físicas, las leyes estéticas (lo bello- lo feo; lo cómico- lo trágico)

El creador que utiliza el grotesco representa una tercera posición frente a la realidad. Comprometido con ella, expresa un mundo desquiciado, pues cree en la imposibilidad de un mundo armónico. Por ello el grotesco es una de las formas más comprometidas de comunicar el mundo y el hombre.

El grotesco en el teatro.

Aparece por primera vez en el teatro durante el Romanticismo (S. XIX). Víctor Hugo introduce el término para designar una forma de expresión artística que combina “lo deforme con lo sublime”. Agrega: “Lo grotesco representa la parte material del hombre y lo sublime del alma”.

El teatro del grotesco se funda en la idea de que el hombre posee una máscara o apariencia que le permite vivir en sociedad, bajo la cual se oculta el verdadero rostro íntimo. Lo grotesco se produce cuando ese individuo, por diversas circunstancias, intenta hacer coincidir máscara y rostro simultáneamente. El conflicto entonces, se establece entre la máscara (de escribiente, galán, funcionario, doctor, esposo, amante) y el rostro (el cobarde, el humillado, el soberbio, el hipócrita, etc.)

El tema básico del grotesco es el dinero, o mejor, su ausencia. Asociado a él, van los fracasos, el desamor, la disolución familiar, la corrupción, el delito, la miseria, la humillación.

Personajes de Los cuernos de don Friolera
Ramón Valle Inclán (1866- 1936)
En cuanto a la construcción dramática, el grotesco está construido de manera similar al de la tragedia griega. Cuando comienza la intriga, estamos a un paso del desenlace. Y esto es posible pues la acción ha comenzado mucho tiempo atrás y sólo asistimos a la agonía final del “héroe”. Generalmente, un hecho exterior al personaje, sirve como resorte que hace saltar la intriga hacia el desenlace. Si bien el héroe intenta, en el nivel de la intriga, escapar a su destino, la situación es irreparable, pues la disolución familiar, el fracaso, el cansancio, han ido carcomiéndolo poco a poco. Esta inevitabilidad del destino vuelve más trágica su agonía final.

Con respecto a los personajes, estos aparecen generalmente nombrados por sus oficios, vinculando así estrechamente personaje-trabajo lo que hace que el individuo desaparezca detrás de su profesión o de su oficio, como si fuera más importante su rol en la maquinaria social que su identidad, su libertad individual, su deseo o su propia necesidad. Por eso, este procedimiento está en función de reforzar la contradicción individuo- masificación, es decir, el hombre pierde su identidad en el accionar de la masa. La masificación pervierte la decisión personal y la responsabilidad individual.

La apariencia de los personajes también es grotesca ya que están caracterizados como fantoches, un poco bestias, un poco muñecos, un poco hombres, un poco máquinas. La apariencia grotesca es reforzada por el movimiento (andares bamboleantes, movimientos torpes, porrazos, voces aflautadas o deformadas, etc.) El personaje se completa con el lenguaje que, muchas veces, contradice sus acciones o manifiesta la imposibilidad de comunicación con los otros o su falta de personalidad.

En cuanto al espacio, el escenario está generalmente repleto de elementos. El abigarramiento y profusión de objetos que pueblan la escena evidencia el agobio que padecen los personajes. En ocasiones, aparece un escenario múltiple: puede haber varios lugares en escena en los que se desarrollan diferentes episodios, lo que desestabiliza al espectador que debe elegir en qué episodio centrar la atención.

El grotesco pues, se caracteriza por la mezcla, por la indeterminación de los límites entre un mundo y otro, tanto en lo temático y en la construcción de los personajes como en su estructura y su escenificación.

Les dejo este fragmento de la película La nona de Héctor Olivera, estrenada el 10 de mayo de 1979 para que observen la representación de los personajes y las similitudes y diferencias con el texto teatral de Roberto Cossa:

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